El ruido me envuelve,
es como un susurro,
que me muestra sus entrañas,
danzando al son,
de un ritmo sin calma.
Un concierto caótico,
de murmullos que crecen.
Una melodía de golpes y truenos,
que hechizan mis pensamientos,
y me nutre,
de desasosiego.
Nace mi deseo,
es la búsqueda del silencio.
Estallidos,
que vaciando mi mente,
llenan mi corazón,
de un feroz latido.
Es entonces,
cuando se adormecen mis sentidos,
los sueños se desordenan
y se agolpan mis anhelos.
Las emociones se arremolinan
en mi interior.
Inmóvil,
una revolución,
baila al compás
de un sonido,
que se revuelve,
hallándose muerto.
El olvido y el recuerdo
se funden en una canción.
En la confusión de la batalla,
observo la inocencia,
de un rostro callado.
Oigo una vieja nana,
que arrulla mi cuerpo.
Atento,
percibo un silencio oculto.
Dentro de mi ser,
apartado,
en un rincón oscuro,
lo escucho,
es...
la pureza de su voz.
es como un susurro,
que me muestra sus entrañas,
danzando al son,
de un ritmo sin calma.
Un concierto caótico,
de murmullos que crecen.
Una melodía de golpes y truenos,
que hechizan mis pensamientos,
y me nutre,
de desasosiego.
Nace mi deseo,
es la búsqueda del silencio.
Estallidos,
que vaciando mi mente,
llenan mi corazón,
de un feroz latido.
Es entonces,
cuando se adormecen mis sentidos,
los sueños se desordenan
y se agolpan mis anhelos.
Las emociones se arremolinan
en mi interior.
Inmóvil,
una revolución,
baila al compás
de un sonido,
que se revuelve,
hallándose muerto.
El olvido y el recuerdo
se funden en una canción.
En la confusión de la batalla,
observo la inocencia,
de un rostro callado.
Oigo una vieja nana,
que arrulla mi cuerpo.
Atento,
percibo un silencio oculto.
Dentro de mi ser,
apartado,
en un rincón oscuro,
lo escucho,
es...
la pureza de su voz.